Gatos negros: los grandes invisibles

En las protectoras y casas de acogida se repite siempre la misma historia: los gatos negros son los últimos en encontrar familia. Mucha gente se fija antes en los gatos blancos, naranjas o atigrados, y ellos quedan en segundo plano (o tercero). Por eso pasan meses, incluso años, en acogida sin conseguir su lugar definitivo en el mundo.

Y, sin embargo, los gatos negros no tienen nada que envidiar a los demás. Su pelo brilla y tienen una elegancia natural que los hace únicos. Son los más “felinos” son tan elegantes... y a la vez sorprenden por lo cariñosos, juguetones y agradecidos que son. Quien vive con ellos lo sabe: detrás de esa apariencia "seria" se esconde un compañero leal y lleno de ternura.


Mango y Kiwi son un buen ejemplo. Son dos cachorros de apenas 3 meses que sobrevivían juntos debajo de un contenedor. Ahora están a salvo, en una casa de acogida donde reciben cariño y cuidados. Pero no queremos que crezcan allí. Necesitan un hogar de verdad, una familia que les dé la oportunidad de crecer rodeados de amor y seguridad.

Adoptar un gato negro es darle la oportunidad de dejar de ser invisible. Es apostar por un compañero elegante, auténtico y lleno de vida, que lo dará todo sin pedir nada a cambio.


👉 Si quieres conocer a Mango y Kiwi y darles la oportunidad que merecen, escríbenos: 4catsvlc@gmail.com

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